Otro viaje más a las tierras saladas del Paraguay, lugar donde todavía se respira aire puro y se escucha el canto de mil aves, dominio de garzas, caranchos y zorros, solo somos invitados en un espacio que no nos pertenece, es de ellos, de los animales que habitan la región y de los árboles, del cardenal, el taguató y los cocodrilos, de los cuervos y loros, de los algarrobos, samuhu, lapachos y mares de caranday.
Quien haya tenido la oportunidad de adentrarse en los bosques de palma, sabrá que dentro de ellos palpita vida.
En un humedal preciosas Bandurrias moras –
Theristicus caerulescens
paseaban juntas.
Paramos en una zona de extensos humedales para ver a las espátulas rosadas, sin embargo el espectáculo se daba en el cielo, bandadas de Tuyuyus – Mycteria americana volaban en gigantescos círculos.
Hora de comer, disfrutábamos del almuerzo cuando delante de nosotros apareció el Carpintero blanco – Melanerpes candidus y con el, 3 carpinteros mas que empezaron a recorrer el tronco de un algarrobo.
Mariposa sobre flora acuática.
Es necesario mirar detenidamente los árboles y eso siempre tiene su recompensa, en uno estaba este pequeño pajarito rojo el Churrinche – Pyrocephalus rubinus, macho, en el invierno son mas abundantes.
El Jacaré negro – Caiman yacare, estaba con su cría disfrutando del sol, nos acercamos y en cuanto nos divisaron se metieron al agua, podríamos asegurar que los cocodrilos vuelan porque fueron muy rápidos para lanzarse al agua.
La dieta de este jacare, conocido también como Caimán del Paraguay, consiste principalmente de caracoles y peces (Palometa –
Serrasalmus
).
El vuelo del Yabirú –
Jabiru mycteria
es especial.
Un precioso Mbigua –
Phalacrocorax brasilianus
que luego bajó al agua a pescar, se puede observar que en el pico lleva al pez, quizás un Bagre –
Pimelodus.
Las Espátulas rosadas -
Platalea ajaja
y Tutuyus -
Mycteria americana.
La Garza bruja –
Nycticorax nycticorax
.
Garzas blancas –
Ardea alba
.
Atardecer como pocos, en minutos el cielo se viste de colores para luego dar lugar a la noche, momento propicio para que el tuyuyu busque un tronco de caranday donde poder dormir.