Por razones de trabajo durante el año nos toca desplazarnos en avión, el lugar junto a una ventana es algo innegociable, en medio del molesto ruido y el nerviosismo de muchos que nunca pierden el temor a volar… me sumerjo en las nubes atravesadas de colores.
Un lienzo de fugaces tonos cálidos cubre Asunción mientras el corazón se nos quiebra al alejarnos.