Ese día cumplía 37 años y Esteban sabe que me gustan las flores con raíces y el Paraguay, así es que me invitó a conocer una parte de la tierra donde nació, el camino de enripiado en medio del imponente Yvytyrusu fue un viaje de genuina admiración y gratitud por todo lo que Dios nos permite vivir y tener la oportunidad de conocer.
Lo que vieron nuestros ojos, supera ampliamente lo que se puede transmitir con una foto, nuestro anhelo es que estas imágenes alimenten en uds. el deseo de salir y conocer nuestro maravilloso Paraguay.